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Roberto Matta el último de los representantes del surrealismo.



Roberto Sebastián Antonio Matta Echaurren, más conocido como Matta (Santiago de Chile, 11 de noviembre de 1911 – Civitavecchia, Italia, 23 de noviembre de 2002) fue un arquitecto, pintor, filósofo y poeta chileno. Nació en Santiago de Chile el día 11 de noviembre de 1911 (11.11.11), cifra que utilizaría con frecuencia en su carrera artística. Fue uno de los cuatro hijos de Roberto Matta Tagle y Mercedes Echaurren Herboso, personas de gran raigambre social y recursos económicos en el Chile de su época. Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de Santiago; en ese entonces era vecino de Nemesio Antúnez. En esos años comenzó también a destacar con sus notas en dibujo y caligrafía. Al igual que sus hermanos, Mario y Sergio, quienes eran mueblista y diseñador de modas, recibió una profunda influencia estética de su abuelo materno, Víctor Echaurren, quien -en forma aficionada- era diseñador de tramoyas de obras de teatro y óperas. Su familia era de origen vasco-francés. A inicios de la década de 1930 participó en algunas manifestaciones contra el entonces Presidente, Carlos Ibáñez del Campo; igualmente realizó el servicio militar en el Regimiento Coraceros de Viña del Mar, reprimiendo las manifestaciones en las que antes había tomado parte, lo que le provocó un gran sentimiento anti-militar. El primer gol del pueblo chileno, obra de Matta en conjunto con la Brigada Ramona Parra. Cursó sus estudios universitarios en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile, siendo su tesis de título un proyecto llamado La liga de las religiones. Este consistía en bocetos de edificios con forma de mujer en diversas posiciones. En paralelo asistió a unos talleres libres en la Escuela de Bellas Artes, siendo alumno del pintor Hernán Gazmuri, quien venía llegando de Francia. Trabajó además como ilustrador en la revista satírica Topaze. Luego de titularse de arquitecto viajó a Europa en un barco mercante. Mientras estaba en Portugal conoció a Gabriela Mistral, quien era cónsul en aquel país. La poetisa ayudó a Matta, quien vivió en su casa durante tres meses. Según el pintor, durante aquel tiempo se enamoró de Mistral, pidiéndole incluso su mano, pero la poetisa no aceptó. Durante su estadía en París trabajó en el taller del arquitecto Le Corbusier, a quien conoció gracias a Roberto Dávila. Según el historiador Hernán Marchant, la relación entre Matta y Le Corbusier estuvo caracterizada por "mucha admiración, pero con cierta rivalidad". En el viejo continente conoció además a los artistas Salvador Dalí, René Magritte y André Breton.



Es que a mí no hay que creerme nunca: a un surrealista no hay que creerle!



fuente:wikipedia