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Jacques-Louis David



Jacques-Louis David nació en el seno de una próspera familia en París, el 30 de agosto de 1748. A la edad de nueve años, su padre fue asesinado en un duelo y su madre lo dejó bajo el cuidado de sus tíos François Buron y Jacques-François Desmaisons, que eran unos prósperos arquitectos. Ellos se aseguraron de que recibiera una excelente educación en el Colegio de las Cuatro Naciones, pero Jacques-Louis David no fue nunca un buen estudiante: durante las clases cubría sus libros con dibujos. Pronto manifestó que quería ser pintor, pero el deseo de su madre y sus tíos era que fuera arquitecto. Finalmente venció los recelos de sus familiares y fue al taller de François Boucher, máxima figura de la época, así como pariente lejano de David. Boucher, en sus inicios pintor Rococó, se encontraba en un periodo más clásico de su pintura. Boucher decidió que, en vez de enseñar personalmente a David, ponerle bajo el tutelaje de su amigo Joseph-Marie Vien, que había adoptado gustos clásicos frente al rococó imperante. Allí David asistió a la Real Academia de Pintura y Escultura, situada en lo que hoy es el Louvre. David intentó ganar el Premio de Roma, cuatro veces entre 1770 y 1774, que consistía en una beca para una estancia de cuatro años en la Academia Francesa en Roma. Una de ellas, de acuerdo a la leyenda, lo perdió porque no había consultado a Vien, uno de los jueces que otorgaba el premio. Otra, porque algunos estudiantes habían estado compitiendo durante años y Vien pensó que la educación de David podía esperar, no así la de esos otros pintores. En protesta, David se puso en huelga de hambre. Al quinto intento, David lo gana finalmente en 1774. Lo más usual en este caso era que David hubiera asistido a otra academia antes de ir a la Academia en Roma, pero la influencia de Vien le permitió ir directamente allí en 1775, cuando Vien fue nombrado director de la Academia de Francia en Roma. Ya en Italia, David pudo acceder de primera mano a las obras maestras y a las ruinas de la antigua Roma. David llenó multitud de cuadernos con numeroso material que utilizaría durante el resto de su vida. Se reunió con el influyente pintor neoclásico Rafael Mengs. A través de él, se introdujo en las teorías pioneras del historiador de arte Johann Joachim Winckelmann. Durante su estancia en Roma, estudió a los grandes maestros, siendo su preferido Rafael. En 1779, David pudo visitar las ruinas de Pompeya, donde quedó impresionado acompañado por el escultor François Marie Suzanne.