Luciano Ventrone nació en Roma el año 1942. Con cuatro años fue acogido en Dinamarca por Metha Petersen, una mujer rica, pero sobre todo amorosa, quien le cubrió de la atención y regalos, entre otras cosas, le dará una caja de colores… los mismos colores que marcarían su futuro y los del arte de la Italia actual, donde sus bodegones le han hecho ser idolatrado por una legión de seguidores, quienes valoran que su arte está hecho no solo de color, sino de una luz tranquila y tamizada increíble. Regresó a Italia después de terminar sus estudios básicos, se verán obligados, debido a las circunstancias familiares, a participar en diversos oficios, sin embargo, en 1960, asiste a la Escuela de Arte de Roma. Después de graduarse en 1964, se unió a la facultad de Arquitectura, a la que asistió hasta 1968, en ese año, después de haber participado en los movimientos estudiantiles, decidió abandonar sus estudios para dedicarse por entero a la pintura que nunca ha abandonado, pero que durante mucho tiempo se convirtio en una fuente de sus ganancias únicas.