Estilo exuberante, color y sensualidad en las obras de Paul Rubens.
Peter Paul Rubens, fue un pintor barroco de la escuela flamenca. Su estilo exuberante enfatiza el dinamismo, el color y la sensualidad. Sus principales influencias procedieron del arte de la Antigua Grecia, de la Antigua Roma y la pintura renacentista, en especial Leonardo da Vinci, Tiziano y Miguel Ángel, del que admiraba su representación de la anatomía.
Trató una amplia variedad de temas pictóricos: religiosos, históricos, de mitología clásica, escenas de caza, paisajes, retratos; así como dibujos, ilustraciones para libros y diseños para tapices (series de La Historia de Decio Mus, La Historia de Constantino, El Triunfo de la Eucaristía y La Historia de Aquiles). Se conservan aproximadamente mil quinientos cuadros suyos. Una producción tan elevada fue posible a la extensión de su taller, tanto de integrantes como de proporción, donde al parecer trabajaban en cadena. Fueron discípulos o ayudantes suyos: Jacob Jordaens, Gaspar de Crayer, Theodor van Thulden, Erasmus Quellinus el Joven, Cornelis de Vos y Anton van Dyck, cuyo trabajo fue completar varios encargos para la Corte española en Madrid. Se conocen hasta hoy casi nueve mil dibujos de mano suya.
Fue el pintor favorito del rey Felipe IV de España, su principal cliente, que le encargó decenas de obras para decorar sus palacios y fue el mayor comprador en la almoneda de los bienes del artista que se realizó tras su fallecimiento. Como consecuencia de esto, la mayor colección de obras de Rubens se conserva hoy en el Museo del Prado, con unos noventa cuadros (la cifra concreta varía según las fuentes puesto que la autoría de algunas de las obras está en discusión), la gran mayoría procedentes de la Colección Real. Otros museos con destacada representación de su arte son el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen), la National Gallery de Londres, la Alte Pinakothek de Múnich y el Museo de Historia del Arte de Viena.
Poseía una amplia formación humanista y tuvo siempre un profundo interés por la Antigüedad clásica. "Estoy convencido de que para lograr la mayor perfección en la pintura es necesario comprender a los antiguos", afirmaba.7 Dominaba diversas lenguas, incluido el latín, y llegó a ejercer como diplomático entre distintas cortes europeas. Fue además ennoblecido tanto por Felipe IV de España como por Carlos I de Inglaterra.1 El también pintor Eugène Delacroix, gran admirador suyo, lo calificó como el "Homero de la pintura",9 apodo con el que es citado en ocasiones.