La obras del escultora Angela Mia De La Vega llaman la atención por su realismo, expresividad y naturalidad de movimientos. Inspirado por sus propios hijos, ella creó una sorprendente serie de esculturas dedicadas niños y niñas sin preocupaciones se divierten en la calle, la lectura de un libro, girando la danza ... Y no es de extrañar que estas creación de bronce encantadoras, decoran no sólo los parques y plazas de la ciudad, sino también centros comerciales.
Al centrarse en el juego de luces y sombras y el estudio cuidadoso de los detalles más mínimos, Angela logra crear un magnífico esculturas, mirando a la que una vez más empezar a dudar de que todos ellos están hechos de bronce. Gracias al gran talento y el trabajo duro, la maestra logró dar a sus creaciones una postura natural y expresiones faciales realistas. Por esta razón, que quiero tenderles la mano y sentir el increíble poder que emana de cada uno de ellas. Después de todo, el autor no sólo le dio vida les pone el alma ...
La libertad de espíritu es el propósito de mi trabajo: para elevar e inspirar sentimientos de amor puro y alegría. Mi realización como artista es completa si siento que mi escultura se mueve o se despierta emoción personal en los corazones de sus espectadores.
Como Esculpo, escucho una memoria perdurable de mis propias experiencias. Cada escultura comienza luz tan dramático y sombras sobre la forma. Detalles únicos luego entregan un cuerpo respondiendo que escucha como una cara en vivo hace.
Al momento de firmar mis trabajos en arcilla, es difícil resistirse a la emoción de la creación ... Tengo una fuerte sensación de que nada está finalizado; continúa desarrollándose y creciendo, al igual que a nuestros hijos. Siento que el espíritu de la vida misma está emanando de la escultura.
Debido a la pasión que inspira mi escultura, espero poder transmitir una complejidad de las emociones de los que contemplan mi trabajo.
